Jesús enseña que sus seguidores deben orar siempre, sin desanimarse. Él no está diciendo que Dios nos dará todo lo que pidamos. La verdadera oración busca, fundamentalmente, descubrir que es lo que Dios quiere que hagamos.

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. (Jn 15.7)

[…] y cualquiera cosa que pidiéramos la recibiremos de Él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de Él. (I Jn 3.22)

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. (Mt 7.7-8)

Y ésta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él no oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. (I Jn 5.14-15)

[…] todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas. (Mt 7.12)


